En el número 20 de la revista A Águia (agosto de 1913) fue publicado el primer fragmento perteneciente al Livro do Desasocego (LdoD) firmado por Fernando Pessoa. Se cumplen, así, 100 años de la publicación de Na Floresta Do Alheamento, el primer documento publicado por el escritor como perteneciente a su magna obra. A lo largo de su vida Pessoa publicaría sólo 12 fragmentos pertenecientes al LdoD en diferentes revistas. Hoy, las diferentes ediciones cuentan con más de 500 fragmentos.
Cuarenta y siete años tendrían que pasar, los mismos que tenía Pessoa cuando murió tras el epitáfico ‘I know not what tomorrow will bring’ en el hospital São Luís dos Franceses, para que la obra viese luz en 1982 de la mano de Jacinto do Prado Coelho. Desde que se encargó la compilación a Jorge de Sena hasta la edición crítica genética de Jerónimo Pizarro, pasando por la edición de Sobral Cunha y la reciente décima edición de la compilación de Richard Zenith, el Libro ha estado envuelto de la polémica que acompaña a las obras fragmentarias y al deseo de establecer una de la ediciones como definitiva.
En el arca de Pessoa se encontraron más de 27000 documentos de los que 720 hojas forman el corpus del LdoD. Los primeros fragmentos del libro son presumiblemente de 1913. La escritura del libro llevó a Pessoa más de veinte años y comprende dos fases: una primera más simbolista en la que Vicente Guedes se configura como el heterónimo autor de la obra y una segunda más prolífica perteneciente a una etapa más decadentista asignada a Bernardo Soares. En el primer número de la revista MATLIT, dedicado al Livro do Desassossego, diferentes artículos hablan de la especificidad del mismo. Personalmente presento un artículo en dicha revista en la que comparo las diferentes ediciones. Es interesante, asimismo, el artículo de Pedro Sepúlveda en el que analiza los diferentes planos de ordenación y prefacios que Pessoa preparó para el LdoD. En dicho artículo Sepúlveda ofrece pruebas materiales de las dos fases diferenciadas del libro asociadas a dos autores diferentes.
Na Floresta Do Alheamento pertenece precisamente a la primera etapa del libro. Se trata de un fragmento extenso en el que ya se esbozan algunos de los temas recurrentes en la obra pessoana: la irrealidad de la vida y la realidad de la literatura; la dificultad de escoger un camino; el deseo de ser muchos o la identidad que se crea a través de la escritura. Para el post selecciono algunos de los mejores trechos del fragmento que se puede leer en portugués completo en el arquivopessoa.
Sé que desperté y que todavía duermo. Mi cuerpo antiguo, molido de mi vivir, me dice que es muy temprano todavía… Me siento febril desde muy lejos… Siento sobre mí mi pesar, no sé por qué…
¡Oh felicidad descolorida!… ¡Lo eterno está en el bifurcarse de caminos!… Yo sueño y por detrás de mi atención alguien sueña conmigo… Y tal vez yo no sea sino un sueño de Alguien que no existe…
En la clepsidra de nuestra imperfección, gotas regulares de sueño marcaban horas irreales… Nada vale la pena, oh amor mío lejano, sino el saber qué suave es saber que nada vale la pena…
Huye de delante de ella, como una niebla que se deshoja, nuestra idea del mundo real, y yo me poseo otra vez en mi sueño errante, que esa floresta misteriosa enmarca…
Nuestra vida era toda la vida… Nuestro amor era el perfume del amor… Vivíamos horas imposibles, llenas de ser nosotros… Y esto porque sabíamos, con toda la carne de nuestra carne, que no éramos una realidad…
Desengañémonos, oh Velada, de nuestro propio tedio, porque se envejece de si mismo y no osa ser toda la angustia que es.
No lloremos, no odiemos, no deseemos…
Cubramos, oh Silenciosa, con un sudario de lino fino el perfil rígido y muerto de nuestra Imperfección…